HACIA LA CELEBRACIÓN DE NUESTRO 50 ANIVERSARIO
Temporada 2004
Propuse al IX Taller de Jóvenes Artistas, un trabajo en equipo luego de un seminario introductorio sobre dramaturgia. Escogí deliberadamente la obra “Prometeo encadenado” de Esquilo, el primero y el más grande de los dramaturgos del teatro, en mi apasionado entendimiento. Planteé la siguiente tesis:
El tiempo de resistir implica convicción en nuestras ideas, constancia, perseverancia en la fe. Solo esto nos ayudará a alcanzar nuestras metas.
Era una promesa personal doblemente interesada, no solo en la dramaturgia clásica y su impecable estructura, su poesía, su intención, su fin, su fuerza comunicacional, sino también porque mi vida en el teatro me ha dejado esa enseñanza, y yo, como maestro del taller, deseaba dejarles algo de mí, de la ética del Theja, inherente a la estética de nuestro trabajo en estos inquietos treinta años de existencia. Les ofrecí una versión, orientada por mí, trabajada con ellos, y en constante revisión. Un trabajo dramatúrgico en proceso que atendería, no al miedo que podría aparecer al tiempo de evaluar la pertinencia de algunas frases, la correspondencia de una palabra con la intención original, la contemporaneidad del lenguaje, sino a las convicciones éticas y a la poética escénica del Theja. En tanto avanzábamos en el proceso, “Prometeo encadenado” nos conducía a una identificación directa, demasiado clara, peligrosa, con el particular proceso político-social que todos padecemos. Prometeo se descubría como arquetipo del héroe que se rebela, como símbolo de la resistencia.
El tiempo de resistir, implícito en la obra, no constituye para nosotros, ni para los coetáneos de Esquilo, un tiempo distinto, aunque se trate de contextos, a simple vista, distanciados dentro de la historia del hombre.
“Conócete a ti mismo” era la frase grabada en las puertas del templo de Apolo. Una posible invitación a la reflexión acerca de la debilidad humana frente al poder de los dioses, pero lo hermoso de la cultura griega era su profundidad, su sentido alegórico, sus ambivalencias, y desde mi punto de vista, al igual que el teatro, que expresaba claramente como los hombres heredamos las pasiones de esos febriles dioses olímpicos, la mencionada frase, más que recordarnos que somos una raza que no puede luchar contra los designios de los poderosos, el sino trágico, es precisamente hacernos entender que tal sino puede convertirse en un impulso generador de una actitud distinta, una respuesta, una reflexión del auditorio. Prometeo persigue detonar una reacción, la oposición, la resistencia humana, civil, la resistencia política. Porque “el hombre es un animal de ciudad (polis-político)”, de acuerdo a Aristóteles, otra frase que resume el pensamiento griego acerca de la vida en sociedad.
De esta manera nos propusimos profundizar en el planteamiento de una tragedia clásica para llevar a escena una tragedia de nuestros tiempos.
Finalmente presentamos esta tragedia que trata sobre el poder. El oprimido es siempre atormentado, principalmente para reducirlo en su capacidad de razón, en su esperanza. Una verdad profunda me guía en la entrega de este montaje para celebrar con el Theja nuestros Treinta años de resistencia: el poder no tiene manera de perpetuarse.
Escrito para el Programa de mano. 2004
Programa de mano. 2004
DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN: José Simón Escalona
Raquel Yánez, Eben Renán, Dante Gil, Carla Imparato, Virginia Arráiz, Rafael Ortiz, Jhon Peña, Jorge Ely, Raúl Hernández, Hilci Labrador, Eylín Reyes, Kellyns Herrera
Ministerio de Estado para la Cultura, CONAC)
Diario “El Mundo”, Diario “Ultimas Noticias”
Teatro Luis Mariano Rivera de Cumaná (Sucre), Teatro Baralt de Maracaibo (Zulia)
Mejor Iluminación, Mejor Música
TEATRO ALBERTO DE PAZ Y MATEOS DEL GRUPO THEJA-CONAC
TEMPORADA 2004
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