NUESTRO JAVIER MORENO

Balcón de piedras
Memorias de un vigía, por José Simón Escalona
Nuestro Javier Moreno

 

Era octubre de 1976. Llegué bajo el cielo del mediodía a la antigua Escuela Técnica del Oeste, en Catia, al lado del liceo donde estudié casi todo el bachillerato. En la hora del almuerzo del comedor escolar, la profesora Aura Marina, quien había solicitado al Ministerio de Educación un profesor de teatro para apaciguar el ánimo exaltado de sus educandos, estaba feliz de recibirme, pues conocía a mi padre profesor y por eso seleccionó mi nombre entre los postulados. El comedor era al mismo tiempo auditorio y salón de usos múltiples de La Técnica, como todos llamábamos al Instituto de Ciclo Diversificado Rafael Vegas. La profesora me dijo que habían convocado a inscripciones y que un grupo enorme de muchachos estaban inscritos para hacer teatro. Me llevó luego a un salón donde me esperaban mis jóvenes artistas. Entre ellos estaban los Moreno, Xiomara y Javier, que no eran gemelos pero lo parecían, más que por el físico por sus gestos, modos y especialmente por el talento. Se destacaron desde el primer día. Yo no sabía entonces que se convertirían en parte de mi familia, del teatro, de lo mejor de mi vida.

Javier Moreno tenía 16 años, era guapo y rellenito, desde siempre lo llamé “gordito” y le aclaré que lo llamaba asi afectuosamente:

-Soy guayanés y los diminutivos los llevo en la boca pero vienen de la sangre, una manera atávica de hermanarnos, manito.

Enseguida nos hicimos cómplices, compañeros, amigos, apenas me iniciaba en los veinte años, pero en especial como profesor. Javier no era verdaderamente gordito, pero su rostro redondo como la luna, su presencia luminosa y su energía llenaban los espacios donde asomaba su inteligencia, copando espacios y atención. El grupo era talentoso, los “cerebritos” de La Técnica, tenían condiciones para la escena y especialmente unas notas académicas destacables. Eran los “nerds” del liceo, asi que enseguida les propuse un proyecto ambicioso: Antígona de Sofoclés. Nos permitiría introducir a los alumnos al tiempo donde se inició el teatro, y nada mejor que la historia de Antígona, que podíamos acercar a la experiencia de los estudiantes de manera sensible. En esa época La Técnica era uno de los liceos más revoltosos de la zona, sus alumnos contestatarios y violentos eran famosos por sus agites. Para un liceo sedicioso la historia épica de Antígona podía conmoverlos y servir de reflexión. Para acercar el lenguaje le solicité a mi amigo José Gabriel Nuñez, ya dramaturgo de éxitos y fama, una versión para teatro liceísta. José Gabriel ya tenía adelantado el trabajo. Acercarla a nuestro amotinado público nos llevó a una puesta en escena cónsona a sus excitaciones. Candela en bidones como en las protestas frente al instituto era la ambientación, y el vestuario de guerra muy parecido a lo que los estudiantes alzados usaban como uniformes alterados para las revueltas, yines y caquis, rotos (adelantados en la estética urbana), humareda de cauchos quemados, tizne para los rostros, caos visual entre bombas molotov y de gases, música de latón como tambores de guerra de fondo. La historia de Antigona resume la rebeldía de la juventud, sus principios éticos y morales, su arrojo contra el poder abusivo. Javier y Xiomara Moreno sabían y expresaban con agudeza intelectual la versión, ellos fueron mis maestros más que yo de ellos, fueron mis alumnos y mis coautores escénicos. Ese montaje y los aplausos de un público tan irreverente para ver a sus compañeros haciendo teatro, fue el mayor reconocimiento. Asi inicié mi colaboración artística con los Moreno desde el teatro liceísta, desde la vanguardia, en la experimentación y la bravura.

JAVIER MORENO CON CARMEN PALMA Y GERMAN MENDIETA EN CUATRO ESQUINAS – 1983

Javier Moreno se integra al Grupo Theja en 1983 como mi Asistente de Dirección en el primer montaje de “Marilyn, la ultima pasión”, de ahí a “Cuatro esquinas” (1984) como actor y luego como director de “El Alquimista” de Ben Jhonson (1987), donde Javier Vidal, Julie Restifo y yo llevamos las responsabilidad de encabezar un enorme elenco y un montaje excepcional que lo lanzaba como puestista.

Javier Moreno también fue mi asistente cuando dirigí ópera en el Teatro Teresa Carreño. Ninguno de los dos somos músicos, así que pasamos horas estudiando la partitura con generosos maestros. Nos aprendimos de memoria la música y contamos los tiempos con tal rigurosidad y precisión que asombrábamos a los directores de orquesta. Norma de Bellini, de Puccini: Gianni Schicchi, Boheme y Madama Butterfly. Obras corales como Carmina Burana de Orff. El mundo de la ópera nos cautivó. Descubrir las habilidades de Javier para manejar el Coro, era algo maravilloso. Los estrenos los celebramos juntos.

La primera obra de Javier Moreno como autor y estrenada por el Grupo Theja fue “Sigfrido contra el Gigante” en 1986, también bajo su dirección con reparto magnífico entre los cuales destacaban Enrique Marcano, Germán Mendietta, Nacarid Escalona, Rosalio Inojosa, Mayra Africano, Sebastián Falco, David Chacón Perez, Aura Marina larrazabal, la asistencia de dirección de Maigualida Escalona y de escena su inseparable amigo Oscar Escobar. Por supuesto con el apoyo de Angélica Escalona y de Xiomara Moreno. Una producción hermosísima y operática, por supuesto, estrenada en la Sala Anna Julia Rojas del Ateneo de Caracas, que era nuestra casa en esos tiempos.

“Muchinga” en  1988 estrenada en el espacio del Teatro Prisma bajo el patrocinio de Dita Cohén, una gran dama comprometida con el teatro nacional y que fue muy generosa con nuestra agrupación, es una de las primeras obras maestras de Javier Moreno, ambientada en el viejo barrio de La Guaira, con un elenco conformado por Sebastian Falco, Yoyiana Ahumada, Rosalio Inojosa, Raquel Ríos, Oscar Escobar, Aura Marina Larrazabal, Roberto Vernisi y Lope Justiniani. Una vanguardista puesta en escena fue la certeza de que contábamos con un nuevo dramaturgo venezolano.

En 1992 disfrutamos de una de las experiencias mas enriquecedoras en nuestra asociación artística y hermandad, la creación de la Compañía Regional de Guayana. Javier Moreno junto a Angélica Escalona se trasladan a Ciudad Bolívar y durante un primer año se dedican a la formación del elenco. Mis visitas durante los fines de semanas afianzaron nuestra unión y confianza. Recuerdo los paseos por la vieja ciudad y por el paseo a orillas del Orinoco donde creo que le conté al detalle cada minuto de mi vida en mi ciudad natal. Recuerdo cuando visitamos la Concha Acústica y le relaté la primera vez que actué en ese escenario con mi grupo escuela Theaomai interpretando al poeta en “Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías” de Federico García Lorca. Le conté sobre el ruido de la tarima donde esperaba durante una hora que entrara el público y yo debía estar inmóvil como una escultura. Pero el temblor y el ruido de los hierros de la estructura escénica delataban mi pánico. Estuvimos tentados a representarla como primera realización, pero ya conversábamos sobre el proyecto Piar. El entusiamo de Moreno y su extraordinario talento como dramaturgo, nos dieron la obra que merecía iniciar nuestras actividades en Guayana. La Gira por todo el estado y más allá de nuestras fronteras amazónicas son aventuras inolvidables. Nuestra Conquista Artística del Sur. El estreno de Piar fue un éxito formidable.

Su participación dramatúrgica con el Thejadanza de Angélica Escalona, dio grandes éxitos artístico a la agrupación que la llevaron a los escenarios del mundo. También con Angélica y el Theja “El milagro de la rosa” en el 96, uno de los espectáculos más intensos y hermosos de nuestra cartelera. También la amistad artística y personal de Angélica y Javier lo hicieron parte de nosotros, de la familia elegida.

El último montaje de Javier para el Theja fue C.I.N.K.O de Javier Vidal (2001) con una monumental escenografía de Valentina Herz, cuando ambos siguieron su extraordinario trabajo con Xiomara Moreno Producciones. Javier Moreno sigue siendo tan nuestro porque él definió en mucho la historia de nuestra agrupación, no solo como maestro, autor y director, sino como ajemplar compañero. Se convirtió en un referente para mi trabajo, en el crítico autorizado y sabio a quien consultar y escuchar. En el Theja Javier Moreno existirá por siempre y seguirá siendo uno de nuestros artistas favoritos, de nuestros grandes realizadores. Vivo con nosotros, pues sus obras esperan reinterpretaciones. Desde el cielo de los artistas y la gloria de la belleza, continuará inspirándonos y guiándonos. Nuestro aplauso y gratitud infinitos por su vida de entrega y apasionado amor por el Teatro y el Theja.

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José Simón Escalona

Nace en Ciudad Bolívar, Edo. Bolívar, Venezuela, el 17 de mayo de 1.954. Estudió Arquitectura en la Universidad Simón Bolívar y Artes en el Instituto Pedagógico de Caracas. Inicia su actividad artística como actor en 1.967 y funda el GRUPO THEJA en 1.973, agrupación cuyos éxitos han traspasado nuestras fronteras y en la cual se desempeña como Presidente Fundador y Director Principal.

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