HACIA LA CELEBRACIÓN DE NUESTRO 50 ANIVERSARIO
“THEJA EN BABILONIA”
Xiomara Moreno trabaja en su Último piso en Babilonia con un selecto grupo de artistas Theja, una fundadora como Maigualida Escalona, y Enrique Marcano, del I Taller de Jóvenes Artistas (1980), pero primordialmente con un grupo que perteneció al II Taller de Jóvenes Artistas (1984): Rosalio Inojosa, Nacarid Escalona, Oscar Escobar, Aura Marina Larrazábal; un grupo especial que hoy día conforman la máquina que pone en movimiento la estructura de Theja. Un reparto que completan dos jóvenes del IV Taller de Jóvenes Artistas (1988): Gerardo Soto y Alberto Fuentes; acompañados de Raquel Ríos, quien trabaja con nosotros desde hace más de cinco años. Ellos, convertidos en el extraordinario laboratorio de nuestra Moreno de siempre: la dramaturga, directora, productora, actriz y promotora de los tiempos primeros, egresada de los talleres de teatro liceísta de nuestra agrupación, muestran en el marco de este IX Festival Internacional de Teatro de Caracas una obra tipo, que lo es justamente por extraordinaria, por nueva, por asombrosa en su estructura dramática, por insólita dentro de la dramaturgia nacional. Un espectáculo que se presenta con orgullo, con la seguridad de expresar nuestra protagónica presencia en el Teatro Venezolano Actual, más actual que nunca, una rareza, una obra que asoma la dialéctica catalogación de una Vanguardia Clásica.
José Simón EscalonaFragmento del escrito paraPrograma de mano. 1992.
La solitaria torrecilla ruinosa y desgastadase levanta venerablemente orgullosa; demasiado orgullosa para lamentar su ha tiempo perdida grandeza; alrededor crecen abetossiempre tirando sus duros frutos al suelo.
KEATSCalidore
El tiempo, en todos los sentidos, me parece mi mejor material de trabajo. No solo en ese asunto que es la duración real de los objetos que conforman nuestra vida y nuestro arte, sino como el tiempo que se mantienen en esas tres fases de presente, pasado y futuro, siempre coexistiendo y siempre señalándonos las diferencias. El tiempo y el recuerdo-olvido parecen ser el lugar donde el hombre se encuentra, porque el tiempo es un lugar que se regenera y se destruye, se mantiene impertérrito y jamás nos responde ni de lógica ni de absurdos. Y el recuerdo-olvido es la manera con que nos acercamos al tiempo. (Que no se detiene ante la historia, pero que puede quedar suspenso ante un aroma, un sabor – Marcel Proust, “En su busca del Tiempo Perdido”.)
Cambiamos tanto según el tiempo que nos toca vivir y recordar, esta misma obra es tan igual y tan distinta al mismo tiempo a mis anteriores obras; quizás porque al escribir olvido y recuerdo; quizás porque los actores han asumido un proceso compulsivo con mucha confianza en el devenir, (Los actores trabajan siempre en un tiempo futuro) apuestan a un éxito así tengan las manos vacías. Yo admiro eso de los actores. Quizás porque estos personajes se han podido encarnar en estos actores para ilustrar un poco otra fantasía… Unas historias vitales totalmente ajenas a las que representan. Y los actores saben que están diciendo cosas atroces, pero también saben que no son ellos. Y yo oigo lo que dicen y tampoco soy yo la que habla… Y lo que quieren decir parece pesimista, pero al rato no lo es… Depende del tiempo en que estemos y las deudas que tengamos con el tiempo o las que él tenga con nosotros.
Yo espero que ese péndulo no solo rompa una pared, y al mismo tiempo espero que no le haga daño a nadie.
Xiomara MorenoFragmento del escrito paraPrograma de mano. 1992.
“XIOMARA MORENO: EL LUGAR COMO TRAMPA”
En Último piso en Babilonia Xiomara Moreno nos remite nuevamente a la temática del refugio y la trampa: un grupo de personajes busca desesperadamente un orden salvador en un lugar cuyo enigmático nombre nos sugiere la proximidad de la santidad y la corrupción. Solo que ahora, algunos elementos suponen un giro de madurez personal y dramática. Si antes los personajes se nos ofrecían ya inmersos en el oscuro hábito de sus desesperados rituales, ahora se nos muestran en la lucha por adquirir ese ritual salvador de un mesías. Sus miserias y debilidades, es decir, su inhabilidad para cambiar por sí mismos una vida de insatisfacciones, está expuesta con una crudeza hasta ahora ausente de las obras anteriores de la autora. Y por primera vez, también, la figura redentora, la autoridad, está físicamente presente, al comienzo como una pose, algo parecido a una estampa religiosa a quien suplicamos un milagro. Luego, como un patético farsante consciente de su inoperancia. El mecanismo queda así develado en su dinámica: se clama salvación ante un Dios que calla su impotencia, que nos deja creer.
Xiomara Moreno destruye por primera vez las apariencias, aniquilando toda esperanza. Los personajes vuelven a sus miserias, el lugar se derrumba. Si bien no existe aun, por parte de sus personajes, la voluntad de redimirse por sí mismos, al menos la autora, observándolos a distancia, asume explícitamente el vacío del rito, la inutilidad de esperar el milagro, la destrucción del lugar. La voluntad deja de ser pecado; de allí el rasgo de madurez.
Ultimo piso en Babilonia permite suponer un nuevo camino en la dramaturgia de Xiomara Moreno. Alguien escribió que la única palabra prohibida en una adivinanza es su solución. Tal vez la autora, a quien creemos más dispuesta a enfrentar sus fantasmas, consienta en revelarse y revelarnos esa palabra desde otros lugares. Quizás desde otras trampas.
Ricardo GarcíaFragmento de su escrito paraPrograma de mano. 1992.
DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN: José Simón Escalona
Maigualida Escalona, Enrique Marcano, Nacarid Escalona, Gerardo Soto, Rosalio Inojosa, Aura Marina Larrazábal, Alberto Fuentes, Raquel Ríos, Oscar Escobar.
Concejo Nacional de la Cultura (CONAC)
TEATRO ALBERTO DE PAZ Y MATEOS DEL GRUPO THEJA-CONAC
TEMPORADA 1992
Director Grupo Theja
VISITAR OTROS ENLACES: CRONOLOGÍA THEJA: https://grupotheja.com/cronologia-theja/ CARTELERA THEJA: https://grupotheja.com/cartelera/