HACIA LA CELEBRACIÓN DE NUESTRO 50 ANIVERSARIO
Temporada 1995
Sobre las anfractuosidades que rodean la laja real de Ciudad Bolívar hay una piscina y un cafetín que flota aspirando el beneficio de la brisa vespertina. Allí José Simón me contaba en inusuales tardes sus intenciones de escribir esta obra. Originalmente era una pareja de amigos que después de quince años de ausencia se reúnen a revisar lo que ha sido su vida durante el interludio. Ambos concluían con un balance de insatisfacciones tan grande que de común acuerdo y animados por el alcohol realizaban el desquite amoroso que les exorcizaba la rabia. Lo hacían en la mesa de un cafetín. Me divertía la idea, me cautivaba aquella pareja “arrecha” fornicando en un cafetín a la vista de los circundantes. Era vulgar, tremendista, pero igualmente sacrificial y contestatario.
Sé que la obra se llama “EX TOTO CORDE” y que, por lo tanto, tenía carácter de dedicatoria personal, de ofrenda cortés y de paradójica sinceridad travestida de fórmula social y viceversa.
Como verán la obra ya es otra, aunque sigue contagiada quizás de aquella asfixia que produce el calor, de aquella aspiración ilusa de la brisa. “TODO CORAZÓN” ha ganado en convencionalidad. “TODO CORAZÓN” es como título de bolero, como epíteto de inocuidad, como estribillo de lo parezjimenista, ilusa, terca, estúpida posición de quien pretender ser y hablar de corazón en una sociedad de cerebros y estómagos. Sus personales, E.L. y Ella (como la Fitzgerald) han decidido comportarse y ventilar sus expectativas frustradas en la privacidad de una habitación de hotel, han adecentado su arrebato, pero su situación final será más desesperanzadora. ¡Qué madurez! ¡Qué ganancia!
Algunos lectores del guión, previo ensayo, encontraron en la obra un acercamiento peligroso al teatro de boulevard o a la “comedia de puertas”. A mí la obra ya me parece lo suficientemente amarga como para envenenarle de conciencia el poquito rato de distracción a un espectador de teatro “ligero”. Jugamos a esa ligereza pero le hacemos prestidigitación en el camino.
Con Julie y Javier ya nos conocemos en las tablas, nuestra amistad parece guardarse para estos momentos de trabajo. Salgo feliz y atónito de mis ensayos con esta pareja como elenco. El espectáculo está dedicado a esta amistad Ying y Yang trepando paredes de hoteles, trepando una cama, envolviéndose en una frazada, lanzando cosas, corriendo entre los muebles, probando los golpes, los insultos, las caricias, el suicidio. Probando un traje, otro, una bata, el calzado, bebiendo, confesando, cayendo. Terminaran por tumbar los bastidores de la escenografía estos dos. Estos dos terminaran haciendo el amor en una mesa de cafetín.
Escrito para el Programa de mano. 1995.
Escribir es mi reto de todos los días desde hace días. Cada mañana mi mente se apresta para la escritura con los mismos ejercicios naturales de la respiración. Sin embargo desde hace un tiempo me había retirado del teatro, de la escritura teatral. Lo digo sin culpas ni reservas, el teatro en mí, demandaban otra acción distinta a la dramaturgia. He visto alguna de mis anteriores obras de nuevo en escena. Vidal se empeña en la vigencia. Ver de nuevo “Señoras”, cada vez otra y la misma, la impactante puesta de “Marilyn…”, o algunas de mis piezas para niños, me comprometió una vez más en la escritura dramática. Son tantas las ideas y las obras sin terminar y repentinamente, una idea, fija, clara, obligante, se instaló en mis nervios. El impulso no era exactamente inspiración, pues el oficio de escribidor ha terminado por escabullir esa posibilidad, era una necesidad, urgente, imperiosa por decir algunas cosas que removían el corazón. Descubro que mi dramaturgia, y perdonen la pedantería, tiene al menos una virtud, responde a las demandas de mis reflexiones más apremiantes. Esas reflexiones se instalan en mis sentidos en los momentos más diversos de mi vida, pero atienden a la sincera razón y una inconfundible emoción, la de saber que existo. Una mezcla de tiempo, de mirar hacia atrás para continuar hacia adelante, escudriñando sensaciones propias y conversaciones amistosas, o que vienen en voces ajenas con la impudicia de lo pasajero, me crispan y alteran un no sé qué… que urge a la escritura. Y ahí están, palabras, acciones, ideas, personajes, escenarios que tienen algo de música, de plástica y repetidos cuentos que no me canso de escuchar. Son historias comunes mis obras, comunes principalmente a mí. Son palabras escritas nada más, para leer a mis íntimos, para excitar a mis artistas amigos, hermanos, hijos, cómplices de tantas aventuras frente al público. Un público que sigo buscando con el respeto de mis impulsos y el talento inconmensurable de mis artistas Theja.
Escrito para el programa de mano. 1995.
1.- Con Todo corazón, Escalona y yo retomamos el camino desandado que juntos iniciamos hace ya más de veinte años. Creo que volver a ver su Marilyn… sobre las tablas, lo reanimó para sentarse frente al escenario e iniciar la aventura escénica de su suspendida dramaturgia.
2.- También, el giro anacrónico de la expresión “ex toto corde” significa “hacer un favor a alguien”. Esta última acepción viene más a cuento en el relato dramático de Escalona. “Hacer el favor” o “el favorcito”.
3.- Todo corazón, tuvo sus inicios en esta frase latina. Frase que utilizaban los amigos. Frase que clama una ayuda, una tabla de salvación en medio de un torrente, en medio de una tormenta, en medio de una solitaria quietud xerófila.
4.- Javier Moreno es un director de precisiones. En un “paso de dos” la libertad de escena del actor entra en oposición con la responsabilidad de escena del director que señala la “mise en place” de un teatro de bulevar.
5.- Todo Corazón, es una pieza referencial de los desencuentros de fin de siglo. Una pieza de las expectativas frustradas, una pieza de reflexión. Una pieza de entretenimiento. Un drama, un “play” como dirían los anglosajones. Un juego. Un juguete nada indefenso y no exento de ironía.
Para el “El Universal”. 30-07-1995
DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN: José Simón Escalona
Julie Restifo, Javier Vidal
Consejo Nacional de la Cultura (CONAC)
MUEBLES MARY, RORI, TIENDAS REX, VIÑA ALTAGRACIA, ATENEO DE CARACAS.
TEATRO ALBERTO DE PAZ Y MATEO DEL GRUPO THEJA-CONAC
TEMPORADA 1995
José Simón Escalona
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