HACIA LA CELEBRACIÓN DE NUESTRO 50 ANIVERSARIO
Temporada 1998
Cada cinco años hemos celebrado los aniversarios del Grupo Theja, y si nuestro ánimo se acrecienta en la emoción y el espíritu en la Fe, nuestra razón nos impone la inevitable y rígida reflexión intelectual. Inevitable porque la memoria no acepta soslayo. La vida de todo hombre se afianza y define en el tiempo. La experiencia amaña nuestros sentidos, educa los impulsos y afina nuestras razones y conceptos sobre este mundo que vivimos; esto en un Artista es también un compromiso, y así lo asumen cada uno de los integrantes del Grupo Theja.
Ser Artista Theja nos obliga a la rígida práctica de la reflexión, de la discusión, de la confrontación de ideas y de nuestra propia vida y experiencia en un conjunto de personalidades, talentos, egos, padrinos e intelectuales, que funcionan como el mejor “Spa” para la mente y el mejor centro de Salud para el desarrollo Artístico. Nuestra conformación cultural se multiplica a la de un hombre porque cada Artista es muchos hombres; y nos enorgullecemos de conformar este emporio, este cielo, este infierno, este Olimpo que es el Theja.
Estos últimos cinco años, desde que celebramos los veinte, han impuesto más grandes y definitivos obstáculos. No escamoteamos al País, lo vivimos, nos imponemos sobre él, sus contradicciones, sus mezquindades, su ruina moral, su ausencia de liderazgo político, su pérdida de rumbo cultural, su deprimida vida social y sobre todo, su venido a menos Teatro. Nosotros somos parte de ese Teatro. Nos sobreponemos a las circunstancias de este nuestro tiempo haciendo ejercicio de lo mejor que tenemos, nuestro espíritu y disciplina artística. Nosotros hacemos Teatro, seguimos haciéndolo cada día de ensayo y discusiones, cada día de función en nuestra sala, en otros lugares, de viaje en autobús, en hoteles y festivales. En estos cinco años el Teatro Alberto de Paz y Mateos sigue siendo nuestro escenario principal, y el público sabe que Theja hace Teatro. El país, y todos sus festivales, internacionales, nacionales, regionales, comunales y universitarios han tenido la presencia del Theja, nos invitan y siempre su pago es el orgullo de tenernos en sus programaciones, y nosotros estamos ahí, acompañando el esfuerzo de organizadores y haciendo lo propio para seguir delante de todos los públicos. Los reconocimientos, voces, gestos y aplausos después de las representaciones en cualquier lugar, de espectadores y de algunos organizadores, son una parte de la recompensa; pero la más definitiva es tenernos a nosotros mismos, a los artistas Theja. Cada viaje, cada experiencia artística, social y cultural, nos deja el mejor de los placeres: Ser Theja. Vivir Theja. La experiencia Theja, revisada por lustros nos impulsa a seguir, por eso hoy somos “Más Theja que nunca”.
“Flores secas” es una ficción teatral contada en nueve relatos anacrónicos; un rompecabezas que los oficiantes del rito, espectador, actor y personaje, tendrán a bien armar en la escena; las piezas: “Tres malabares”, “En la Floresta”, “Pétalos en los espejos”, “Flores negras”, “Mascarada en el rosal espinoso”, “Malavar marchito”, “Las amapolas”, “Flores del recuerdo” y “Flores secas”, pretenden explorar las infra pasiones del ser e insurgir en el lado oscuro del yo, a través de recuerdos que se reflejan al azar y paulatinamente en el espejo de una dudosa realidad y que tratan de aprehender el exquisito perfume de lo extinto, de horas vívidas, de historias que van moliéndose unas a otras hasta volverse arenas de un árido desierto; personajes que cuentan y se cuentan a sí mismos, que se convierten en referentes y referidos, que languidecen en existencias paralelas, como si se trataran de uno solo y de una sola verdad: Vidas prestadas, posibles sólo en el ámbito de la ficción, retratos de horas vividas que no queremos o no debemos revivir.
Enfrentar un trabajo como este nos ha impuesto la revisión y compendio de la labor desplegada por el Grupo Theja a lo largo de sus veinticinco años de existencia artística que hoy celebramos; ha implicado extraer la substancia de una obra apreciable sólo desde la perspectiva de la labor cumplida, de un presente que enfrenta grandiosos retos y enormes expectativas que se proyectan sólidas hacia el siglo XXI. Es también el producto del esfuerzo creador de un grupo de individualidades, de seguidores y pupilos Theja, entre los que me suscribo y con quienes celebro el ser y estar en el Grupo, esencia y razón de nuestro trabajo, de nuestra misión y ser Artistas comprometidos con el acontecer de este fin de siglo, que proponen alternativas estéticas y que simple y llanamente hacen cultura a través del teatro. Ha significado también la praxis de enseñanzas de maestros como José Simón Escalona, quien nos ha brindado treinta años de su vida dedicado al quehacer escénico, quien ha forjado y compartido con nosotros una visión positiva de nuestro futuro como agrupación teatral sólida y que se apuntala firmemente en el ámbito teatral venezolano.
Escrito para el programa de mano. 1998.
DIRECTOR DE PRODUCCIÓN: José Simón Escalona
Don Freddy Salazar, Gerardo Soto, Frank Spano, Aura Marina Larrazábal
PATROCINIO: CONSEJO NACIONAL DE LA CULTURA (CONAC)
COLABORADORES: FUNDACIÓN PREVISORA, ATENEO DE CARACAS
TEATRO ALBERTO DE PAZ Y MATEOS DEL GRUPO THEJA-CONAC
TEMPORADA 1998
José Simón Escalona
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