HACIA LA CELEBRACIÓN DE NUESTRO 50 ANIVERSARIO
Temporada 1995
Cuando se presentó la primera posibilidad de montar El marido de Nieves Mármol, con el grupo Theja, sentimos cómo de esa manera natural conectábamos con Guillermo Meneses en su rol de escritor comprometido con la sociedad. Eso que J. P. Sartre llamaba el compromiso del artista con la sociedad que le toca vivir. La moral de la ideología frente a la obra artística como objeto y el hombre como sujeto de esa obra. Productos ambos de una ética y una estética compartiendo el mismo vaso conductor jamás divorciados.
El Theja venía (viene) desarrollando una estética sobre la temática del artista frente a la sociedad: Hermes Bifronte, Retrato de artista con barba y pumpá, La hora del lobo, Mojiganga, Marilyn, la última pasión y ahora encuentra, en Meneses, un nuevo canal de significante delta.
Junto a este encuentro nada fortuito, nos hayamos ante la revelación de un autor que nos señala una teoría desarrollada en su misma obra literaria, donde el Theja basaba su praxis sobre la escena: el espejo. Con la inclusión intertextual de El falso cuaderno de Narciso Espejo, en El marido de Nieves Mármol, el grupo hace aquiescencia en el encuentro de un autor que se pierde entre los espejos paralelos que proponen sus heterónimos: Narciso Espejo se hace inasible, inexistente, pero está ahí, en carne, en verbo encarnado sobre un escenario de referencias que emergen de una época que queda en la persistencia y proyectiva de nuestra memoria. Ese pasado inmediato que aún sigue presente en nuestra política, nuestra cultura, nuestra idiosincrasia. Tanto la obra dramática, que al decir de Sofía Imber fue una catarsis terminarla, como el antifaz autobiográfico de los cuadernos de narciso Espejo escritos por Juan Ruiz, llevaron al Theja a replantearse y revisar estas teorías y confrontarlas ante la nueva luz “meneseana”, ya iluminadas con anterioridad por Pirandello (Hermes Bifronte) y Unamuno (El Otro).
En esta ocasión le toca a otro novel director de nuestra cantera “thejiana” Rosalio Inojosa, quien también ha estado en los ensayos y errores de la búsqueda de una teoría y praxis escénica. Conociendo a fondo todo el trabajo literario de Meneses, se abocó junto a Frank Spano (autores de la versión) a la consecución de un significante acorde con la estética del grupo que en su tiempo, formó parte de la diáspora (observar los retratos fotográficos de Alfredo Boulton y obtendremos los rostros de esa época). (…)
“Narciso Espejo, el marido de Nieves Mármol” es un ejercicio osado y un montaje de alto riesgo que completa su Gestalt en el último de los “otros”: el público. La obra está por realizarse, el montaje es tan incompleto como la narración de Meneses. Los espejos de Meneses y del Theja están, también en paralelo, luego la ilusión es infinita. La física predomina, en este caso, sobre la química y los resultados son tan apasionados como los ensayos de Meneses sobre el artista y su compromiso. Un compromiso que Meneses, físicamente desaparecido, aún sostiene en un país que no ha encontrado el río donde refleje su rostro. He ahí la raíz de nuestros enmascaramientos. Esta experiencia escénica vuelve a ser para el grupo Theja, experimental, por muy chocante que suene la palabra. El espacio es forma y fondo de una estética, de un compromiso con el artista y la sociedad que le devuelve la imagen de su rostro a través del espejo.
“El Universal” 01-10-1995
El domingo 29 de octubre de 1995, el actor Enrique Marcano, de 37 años, hizo su mutis final por el foro del Teatro Alberto de Paz y Mateos, al concluir la temporada inaugural del espectáculo El marido de Nieves Mármol. Sus amigos y familiares lo sepultaron el 22 de marzo de 1996. Culminó así la vida de un meritorio trabajador cultural, intérprete de no menos de una treintena de obras teatrales, películas y productos televisivos.
Para rendirle un homenaje a su memoria y reiterar una vez más que el espectáculo debe continuar, el grupo Theja ha repuesto en la escuálida cartelera teatral caraqueña esa singular versión de la literatura de Guillermo Meneses, la pieza con la cual Enrique Marcano se despidió.
Hay que recordar que Frank Spano y Rosalio Inojosa lograron con su guión teatral de Narciso Espejo, el marido de Nueves Mármol una crítica realidad escénica a partir de las constantes literarias y temáticas de Guillermo Meneses: los espejos, los recuerdos y la vida misma del artista. Tal relectura teatral, elaborada dentro de los criterios postmodernistas de la intertextualidad literaria, permitió obtener una especia de moderno sainete criollo con final trágico, el cual se proyecta en una penumbra de carácter cinematográfico dentro de una temporalidad escénica ubicable en la década de los 50, donde deambulan los recuerdos de la historia del poeta Narciso Espejo, quien vivía por el amor que sentía hacia su obra, su pueblo y su mujer Nieves Mármol, pero que de repente se ve inmerso en un juego político corrupto, al ser seducido por su cónyuge para utilizarlo como instrumento que llevará a su familia al poder. Se produce un desenlace trágico y el matrimonio se rompe, tras el exilio del romántico Espejo. (…)
Con respecto al trabajo escénico hay que señalar que Rosalio Inojosa, quien se ha dado a conocer anteriormente como director de teatro para niños, tiene un excelente dominio de la planta de movimientos y sabe componer situaciones escénicas impactantes y hasta se permite audaces rupturas de la estructura aristotélica. Hay en él todo un talento para desarrollar y acrecentar, con lo cual podrá favorecer a la expansión estética de la institución que le ha dado la oportunidad de realizarse como artista. Las actuaciones están muy dentro del gusto y regusto thejista, y es por supuesto lo más original del espectáculo en sí. Le correspondió al joven intérprete Marcos Grimaldi la sustitución escénica de Enrique Marcano, una labor difícil en lo emotivo, pero además un reto en lo artístico, lo cual ha logrado en buena parte.
Suplemento Cultural Diario “El Mundo”. 22-04-1996
DIRECTOR DE PRODUCCIÓN: José Simón Escalona
Juan Carlos Gardié, Nacarid Escalona, Enrique Marcano, Frank Spano, Aura Marina Larrazábal, Oscar Escobar, Alonso Santana, Hernán Mejía, Marcos Grimaldi.
TEATRO ALBERTO DE PAZ Y MATEO DEL GRUPO THEJA-CONAC
TEMPORADA 1995-1996
José Simón Escalona
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