BALCÓN DE PIEDRAS
Memorias de un vigía por José Simón Escalona

“BOJOTE”

En el primer Mosaico Criollo de Billo Frómeta se incluye un pasaje del merengue venezolano “El bojote”. Se trata de una canción popular que escucho desde la infancia y en especial en las fiestas callejeras del oriente del país, bien sea del norte como Carúpano, o del sur como la región guayanesa de donde soy. La canción refiere la anécdota de un cura con su monigote, es decir su monaguillo o asistente, aunque la palabra monigote tiene muchas otras acepciones, por ejemplo los garabatos de figuras sin proporción ni verismo, como también al que depende de alguien, bien sea títere de guante o muñeco mal terminado. El cura le advierte al monaguillo que “por más que te tongonees, siempre se te ve el bojote”. “Tongonearse” se refiere a un movimiento conjunto de caderas y hombros que tiene su ritmo distintivo, a veces para disimular, a veces para pavonear. Me perdonará el lector la distracción del léxico popular, pero en esto andamos, en las representaciones. El bojote, que también significa el bulto que se hace en la bragueta masculina, puede que se refiera en el estribillo del merengue, bien sea a las monedas robadas por el monaguillo en la recolección de limosnas y escondidas en sus bolsillos interiores, como a la revelación de su notable virilidad, posiblemente los dos únicos talentos del monigote, ladrón y palomúo. Insisto en la terminología criolla porque nos expresa culturalmente en sus multiplicidades simbólicas.

QUIERO SER – RADIO CARACAS TELEVISION 1981

Cuando a inicios de los años ochenta el famoso Grupo Menudo hacía delirar a las audiencias adolescentes de nuestra TV y de los conciertos multitudinarios, me integré al equipo como guionista de sus primeras series y películas. Era el escritor más joven de Radio Caracas Televisión, y había descubierto a los chamitos en Puerto Rico a final de los setenta, cuando escribía telenovelas en la isla del encanto, por ello se me encargó escribir la primera serie para Menudo: “Quiero Ser”. Dos estrellas nacionales, mí admirada amiga Caridad Canelón y el talentosísimo Henry Zakka se sumaron como protagonistas románticos del dramático. Me convertí rápidamente en un “Menudo” más, pues viajaba con ellos, asistía a los ensayos, me subían a los escenarios, compartíamos hoteles y refrigerios para conocerlos y expresarlos en diálogos. Tuvimos un éxito enorme con la primera serie y se me encargó una segunda: “Es por amor”, con los protagonistas de mi más reciente telenovela de aquellos tiempos, la criolla Hazel Leal y el catire Javier Vidal en una producción de época europea: “La hija de nadie”. Era tanto el éxito de Menudo que dos grandes figuras como Agustina Martín y Rafael Briceño nos acompañaban en el reparto. Esa segunda serie tuvimos que grabarla en el exterior, en Curazao, pues en Venezuela, debido a leyes y prohibiciones de protección al menor, teníamos dificultad para trabajar con los menudos. Una de las anécdotas que recoge la serie actual sobre el famoso grupo musical, me tuvo como protagonista, pues siendo el autor de las series y de la primera película, se me citó al ilustrísimo Congreso Nacional de la República de Venezuela por una demanda de los parlamentarios copeyanos, siempre atentos a la moral. Se me acusaba de incitar a la sexualidad a través de las series y en especial a la exhibición de los “bojotes” de los niños. Por supuesto era un exabrupto, así que me representaron en la sesión los renovadores de la TV nacional, José Ignacio Cabrujas y Salvador Garmendia. Cuando se hizo mención en el parlamento del bojote exagerado de los niños, Garmendia alardeó su narrativa popular y reconocida desfachatez literaria diciendo que en todos los pueblos de Venezuela se conocía a los muchachos “palomuos” precisamente porque era imposible ocultarles el bojote. La sesión fue un éxito humorístico para el cabildo y vergonzante para los demandantes de tan estúpida intervención. Eran tiempos democráticos.

La política y la farándula venezolana tienen su propio tongoneo, e insisto, el talento de ladrones y de palomuos también forma parte de nuestra idiosincrasia populista. Ese merengue criollo es clara expresión costumbrista que señala las malas mañas de nuestros gobernantes, a quienes siempre se les ve el bojote.

OBRA AUTORRETRATO DE ARTISTA CON BARBA Y PUMPÁ – GRUPO THEJA 2005

Cuando montamos la obra “Autorretrato de artista con barba y pumpá” de José Ignacio Cabrujas tanto en la versión con Don Fernando Gómez y luego con Javier Vidal representando al pintor Armando Reveron con el Theja, para la escena del carnaval en Macuto utilizamos tanto la estética Reveroniana de la obra misma, como la música popular de entonces, y fue el merengue “El bojote” la canción que versionamos. Nuestros músicos, encabezados por  María Petit y William Blanco tuvieron que interpretarla varias veces en la fiesta de celebración del Festival de Teatro del Mundo en Alemania ante una audiencia asombrada de su contagioso ritmo y el tongoneo de nuestros artistas. Pero explicar la letra de la canción fue una verdadera hazaña. Angélica Escalona y Héctor Giménez, nuestro director técnico, como mis intérpretes al inglés se dieron por vencidos cuando trataban de traducir mis palabras en una conferencia de prensa. Les dijeron a los periodistas que no tenían manera de trasladar muchas de mis palabras pertenecientes al vocabulario popular venezolana. Explicarle a un alemán los muchos significados de la palabra “bojote”, “monigote”, “contoneo”, “palomúo” entre otras palabras se les hacía difícil. Entonces las resumí todas en una sola voz: “el bochinche”, tal como lo expresó el héroe histórico Francisco de Miranda, tan víctima del poder político y sus manipulaciones como lo fue Manuel Piar y especialmente todos nosotros desde siempre, los desasistidos venezolanos.

Por estos días de diálogos, que ruego sus buenos resultados a favor de mitigar el sufrimiento inhumano de las mayorías populares nacionales, acostumbradas a la exaltación del ladronismo y el machismo paquetuo que tanto los castiga, estén bien lejos del bochinche oportunista. No sé si sea mucho pedirles a los políticos honestos, que los hay, pero llegó el momento de cuidar al prójimo, de proteger al ciudadano y no exponernos a la crueldad del fanatismo, como lo vemos en Afganistán. El bojote de la política frente al terrorismo.

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José Simón Escalona

Nace en Ciudad Bolívar, Edo. Bolívar, Venezuela, el 17 de mayo de 1.954. Estudió Arquitectura en la Universidad Simón Bolívar y Artes en el Instituto Pedagógico de Caracas. Inicia su actividad artística como actor en 1.967 y funda el GRUPO THEJA en 1.973, agrupación cuyos éxitos han traspasado nuestras fronteras y en la cual se desempeña como Presidente Fundador y Director Principal.

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